Lo que proponemos en esta entrada es el montaje de dos láminas irregulares de cuarzo ahumado en un anillo y en un colgante de plata.
La primera premisa es que no se vea luz entre el cerco de plata y el cuarzo. Para ello es fundamental que el cerco esté ajustado al cuarzo pero sin forzarlo ya que podría fracturarse.
La manera de ajustarlo es jugando con los distintos alicates que tenemos y comprobando periódicamente.
- Comenzamos:
Lo cortamos a una medida que nos sobre para empezar a voltearlo teniendo en cuenta el perfil de la piedra.
Una vez ajustado a los cuarzos soldamos una lámina en la parte inferior para que sujete las piedras y la recortamos. Seguidamente nos ponemos con el brazo y las garras del anillo.
Una vez terminado el brazo del anillo, le soldamos el cerco y después las garras. Aprovechamos para soldar también las garras en el colgante.
De vez en cuando comprobamos que los cuarzos siga estando ajustado en su respectivos cercos y terminamos la fabricación del colgante soldando el asa y reasa. Lo pulimos, limpiamos y colocamos el cuarzo. Nuestra manera de sujetarlo es con las garras previamente mencionadas. Las empujamos sobre la piedra para que se quede sujeta.
El cuarzo del anillo lo sujetamos igual. Hay que tener en cuenta que la garra de plata debe parecer que está pegada al cuarzo, de esta manera evitamos que se pueda enganchar.
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| Terminado |
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